Sportivo Barracas se impuso por 3 a 1 frente a Racing y se quedó con el clásico local.
Con dos goles de Luján y el restante de Cuello, todos en el complemento, Barracas se impuso a Racing con total justicia y merecimiento en la Mitre. El equipo de Ariel Bianchi fue el claro dominador del primer clásico del 2013 y hasta mereció ganar por más ventaja. Los de Araguas tuvieron un domingo para el olvido.
Ante una muy buena cantidad de público, con banderas pero sin bombos y pirotecnia, tuvo lugar ayer en la Mitre el primer cruce del año entre los dos ?Grandes? de la ciudad. Y el clásico estuvo totalmente teñido de rojo, ya que Barracas, de principio a fin, fue el amo y señor de la tarde, hecho que le valió quedarse con los tres puntos.
Ya desde los 5?, gracias a un robo de Luján en la mitad y un remate del propio volante que dio en el palo derecho del arco defendido por Vera, quedó claro que Barracas estaba mejor plantado y sobre todo con sed de victoria. Con el correr de los minutos, gracias a la movilidad de Luján, el criterio de Villalonga y la peligrosidad de García de tres cuartos de cancha hacia delante, los de Bianchi se fueron adueñando del trámite ante un Racing desorientado, sobre todo en mitad de cancha, hecho que repercutía con la última línea que empezó a pasar duros sofocones. A los 11? volvió a llegar con mucha facilidad la visita y Cuello, en total soledad y tras un centro de García desde la derecha, cabeceó bien aunque Vera mandó mucho mejor al corner. El mismo Cuello, esta vez a los 26? y con una linda ?chilena? desde el punto del penal, volvió a hacer lucir a Vera que por esos instantes, junto a algunos chispazos de Pizarro, era lo único rescatable en un Racing apático.
Increíblemente, sobre todo por la falta de puntería de los delanteros de Barracas y también por Vera, el primer tiempo no terminó en favor del ?Rojo?, un equipo que tenía las cosas bien claras y las ponía en práctica con total facilidad, salvo a la hora ?de los bifes? en el área rival. Por su parte Racing no veía la hora de que culminaran los primeros 45? para intentar barajar y dar de nuevo, tratando de encontrarle la vuelta a un partido netamente desfavorable.
Los primeros instantes del complemento mostraron cierta presencia racinguista en el duelo; se paró un tanto mejor en la mitad y sobre todo encaró el trámite con mayor ímpetu, aunque todo sería un espejismo porque a los 11? avisó García con un derechazo en el travesaño y ahí nomás, a los 12?, llegó la justicia en el partido: Simonovich aprovechó una muy mala salida del fondo local y habilitó en cortada a Luján que ante Vera definió muy bien para el primer desahogo de la visita y lógicamente el 1 a 0. Racing nunca asimiló el golpe y tampoco tuvo tiempo para hacerlo, ya que enseguida Barracas le propinó un nuevo golpe: corría 15? cuando Simonovich guapeó y ganó por la izquierda ante Juan Pablo De Martino, encaró y sacó un gran centro para la entrada en solitario de Cuello que decretó el 2 a 0 del pleito. Ahí nomás Araguás metió mano en el banco y mandó a la cancha a Sosa y Pascucci, buscando lógicamente el despertar de su equipo. Y de alguna manera lo logró, ya que a los 23?, con una gran maniobra de Vargas por la derecha, descontó gracias a una linda definición ante Herrera y 2 a 1. La ?Academia?, en su primera llegada al arco rival de la tarde, acortó cifras y lógicamente encendió cierta esperanza que no iba de la mano con lo futbolístico, ya que ese rubro era de Barracas lisa y llanamente. Racing de adelantó, con más ganas que fútbol obviamente, y el ?Rojo? comenzó a tener esos espacios lógicos para dar el golpe final. García, en dos oportunidades, lo perdió increíblemente tras dos corridas en soledad y ante Vera, pero finalmente a los 40? sentenció la historia nuevamente a través de Luján, quien arrancó del centro hacia la izquierda y entrando al área, y a pesar del achique de Vera, sacó el lapidario zurdazo para el 3 a 1 final.
No hubo más tiempo, el juninense Fernández marcó el final del duelo y Barracas soltó riendas de alegría ante tamaño partido. Los de Bianchi fueron dueños y señores de la tarde en la Mitre, la primera del año entre los dos ?Grandes? de la ciudad, y justificaron el triunfo en una actuación soberbia y con un resultado a favor un tanto acotado, ya que hizo méritos suficientes como para haber vencido por más goles. Racing fue una sombra, nunca le encontró la vuelta al choque y cayó sin atenuantes, teniendo ahora por delante la tarea de analizar lo sucedido y buscarle solución a los problemas evidenciados.
FUENTE: SEMANARIO EL DIEZ
